lunes, 23 de julio de 2007

La Canción de Mi Semana

Nunca Es Para Siempre
Presuntos Implicados

Quien me iba a decir
Cuando fui feliz
Que tendría un fin
Que así son las cosas
Ahora ya me debes,
Que para renacer
Voy mintiéndome con palabras rotas
Es que no ves que ya perdí toda mi fe
Que no hay momento
Que no hay tiempo
Que no puedo recordar
Que cuando creíamos en el amor
En cada caricia amanecía un nuevo sol
Más nunca es para siempre
No fue para siempre

Tú me quieres más
Y trato de escuchar
Yo te veo hablar pero no sé lo que dices
Se perdió tu voz
Y su entonación
Dónde fue a parar todo lo que dijiste?
Es que no ves que te busco y te persigo
Y te has perdido y no, no te puedo encontrar
Y cuando veíamos la misma luz
Y en cada mirada se juntaba nuestro azul
Cuando susurrábamos la misma voz
En cada palabra se ofrecía una razón
Más nunca es para siempre
No fue para siempre
Nunca… es para siempre

Y no hay una risa como la de ayer
Y cuando los momentos eran siempre diferentes
Y abre tus ojos y le encontrarás
Con la misma entrega, con la misma voluntad
Más nunca es para siempre…
No fue para siempre… No
Nunca es para siempre… No No No No
Nunca es para siempre
Nunca no, no, nunca no, no, nunca: es para siempre.

*Tal vez no sea la letra tal cual, pero uno canta y escribe y escucha las canciones como las siente... Y así siento mi semana...

jueves, 12 de julio de 2007

Los Clientes

Me estaba acordando del jefe "Ojos de Gato" de la Kleta, y pues la verdad es que sí, una luego extraña que la traten mal jijijiiji. Pero yoooooo... Yo pensaría que mi lado feo son los clientes. hay unos buena onda, pero hay otros que uno quisiera hacerlos chicharrón.

Hay los que no tienen para comprar, los que tienen para hacerlo sin embargo regatean, los que no tienen pero les gusta lo barato, los que tienen y les gusta lo caro, los sencillos millonarios y los soberbios nuevos ricos... (la gran mayoría). Los que se sientes Los Ramírez sin serlo y los que siendo Ramírez ni lo dicen... hasta que uno se da cuenta después.

Los que son buenos para reclamar, pero malos para agradecer. Y también hay los que sí agradecen... aunque por ello no dejen de ser molones. Los que le traen a una regalitos. Los que son exageradamente educados aunque estén molestos. Los que la tratan a una como a cualquier hija de vecina, y luego resulta que conocen a la familia de una y se disculpan por el mal trato.

Los hombres caballerosos y los que luego del trato la invitan a una a tomar un café. Los que son casados, los que son solteros... y los que son homosexuales.

Los que cambian el diseño diez veces y no nos compran nada, los que cambian el diseño 15 veces, a la mitad del proyecto llegan al diseño número 1 y casi cuando se les entrega la mercancía, deciden cambiar el color de la cubierta. (De que los hay los hay... y casi siempre somos mujeres).

De los que llegan hablando francés y cuando uno les contesta algo en el mismo idioma se destantean y prefieren hablarle a uno en español (por aquello de que uno les entienda todo lo que dicen, sin imaginarse que esta humilde servidora, con trabajos y habla bien el español). De los que siendo alemanes, son más detallistas que un mexicano.

Los que quieren las cosas para ayer. Los que quieren que se les atienda en este mismo instante, aunque tengas una llamada en el teléfono fijo, una en el celular, estés atendiendo a otra persona antes, etc, etc.

Los niños (como clientes de mi negocio son letales)... y los papás que no les dicen nada: más!

Los que traen las medidas "aproximadas" cuando trabajo con arquitectos e ingenieros que no quieren las medidas aproximadas, si no las reales.

Los que quieren acero inoxidable en casi todos los acabados y cuando ven el precio se desmayan.

Los que sólo vienen para pasar al baño.

Los narcos... (muchos hay).

Pero sobre todo y a los que más quiero es a los que vienen con toda humildad a solicitar un servicio de buena manera, tratándote como lo que eres: una persona, esos (aunque no lo crean) son los que tienen más dinero (quiero decir, los que nacieron ya siendo ricos o los que hicieron dinero con gran esfuerzo). Son más prepotentes sus choferes, o sus arquitectos, pero ellos por lo general, son unas lindas personas que se aprenden bien los nombres de las personas que los atienden... que jamás regatean y que les puedes explicar con gusto, cualquier cosa.

Por eso sólo me gustan los clientes ricos (de corazón).