Canción del Amor Sincero

Texto: Mario Benedetti
Nota: Mario es uno de mis escritores favoritos, tiene la mirada paternal y el bigote de morsa. Y si algún día me caso, este es el juramento que voy a decir en el sitio en donde decidamos casarnos.

"La luna no es plateada ni nácar, es blanca y tiene cráteres"

Prometo no amarte eternamente
ni serte fel hasta la muerte
ni caminar tomados de la mano
bajo la luz de la luna,
ni colmarte de rosas rojas
ni besarte apasionadamente.

Juro que habrá tristezas,
habrá problemas y discusiones
*y miraré a otros hombres
y vos a otras mujeres.

Juro que no eres mi todo
ni mi cielo
ni mi única razón de vivir
aunque te extraño a veces.

Prometo no desearte siempre
aveces me cansaré de tu sexo,
y vos te cansarás del mío,
y tu cabello en algunas ocasiones
se hará fastidioso en mi cara.

Juro que habrá momentos
en que sentiremos odio mutuo,
desearemos terminarlo todo
y quizá lo terminemos.

Más, te digo que nos amaremos,
construiremos, compartiremos
¿ahora sí podrás creerme que te amo?

*me tomé la libertad de invertir dos versos, espero que Mario no se enoje ni me demande.

Salvador

Ñañe y Luis, esto fue escrito hace años, ustedes me entenderán...

Quiero hablarte de Salvador. Su nombre no es lo que significa. Aún no me salva.

Es un día más. Un día más en el que pienso en mi tutor de amores por fidelidad absurda más que por otra cosa. No le he escrito. Ya no sé cuántos días llevo aguantándome las ganas. Pero mis ganas se distraen con alguien que me salve y no fue Salvador. Ahora reparo en que tiene un nombre hermoso, sólo que a veces le queda grande a su persona. Y caí ante la cruz de mi Salvador.

Karma Telefónico

Mi casa estaba por el McDonal#s; una zona bonita, rodeada de un concurrido hotel nice de paso con terminación "Inn". Iba caminando de regreso a casa, cuando en la parada de los camiones lo vi ahí tirado en el suelo. Indefenso. Cubierto por una fea funda de celular. Obvio en ese momento mi honestidad flaqueó y decidí no devolverlo. Sí, fui una de esas personas que apagan el celular jijiji.

Pero hoy en la noche hojeando esta agenda en la que escribo di con las LADAS de todo México y encontré que el celular perteneció a una persona de Mexicali, o de Chihuahua o de Culiacán. Cabe señalar que este atraco lo cometí hace ya 4 años más o menos, pero justo hoy en la noche pensé en a quién habrá pertenecido el celular y que seguramente cargo con el karma de esa persona. Era hombre y estaba enamorado de una chava que no le hacía mucho del jalón, ya que los mensajes que le mandaba eran tiernos y amorosos, pero ella no le respondía. Y un día, cuando todavía tenía su chip, por fin le contestó. Quise decirle que ya no era su número y que me robé el celular de su enamorado, pero algo me lo impidió. Y ahora no sé si cargo con el karma de ese pobre hombre o si su destino era perder a su amor. Quién sabe qué habrá hecho en otras vidas. A lo mejor se lo merecía. O a lo mejor la encontró porque tenía su número en la agenda y yo me estoy quebrando la maceta. ¿Seguirá vivo? ¿Cómo será su vida? ¿Qué karma me habré echado encima?