sábado, 18 de agosto de 2007

Vip$

Un pedazo de jitomate sobre un nopal. Una tortilla en un plato. Y un mantel de papel con un croquis dibujado en la parte posterior. En otra mesa: un mantel de papel rayado con crayolas por un niño de dos años.

Llevé un café lechero tres mesas después y estaba ahí, humedecido por un café a medio tomar y lleno de azúcar. Un mantel con el dibujo a lapicero en negro que señalaba un lugar.

La curiosidad me guió después de mi turno. Y los vi. Él le explicaba algo, luego discutieron y ella se fue. En un rato, ya sola, fui. Sólo era una historia. En el suelo estaba su pulsera y colgando tenía una pequeña hoja de plata. Desde entonces, colecciono manteles de papel. Siempre.

3 comentarios:

Alos dijo...

:O Que interesante...es curioso lo q la gente dibuja en los manteles de papel...

Anónimo dijo...

Rulz...

Eres grande Mela! :)

Ámote :)

Raven Lausleahleahhann dijo...

Woooooralessss, la narracion estuvo reinteresante, sigale escribiendo que seguiremos leyendo!!! Realmente un dia nos tenemos que conocer!